Algunas veces muchos de nosotros perdemos la perspectiva de le realidad que nos rodea sobre todo cuando entramos en el Reino del Pensamiento donde todo promete mejorar nuestra vida.
Nos sentimos tan impresionados por los milagros que ya han tenido lugar que esperamos que sigán produciemdose sin esfuerzo alguno por nuestra parte.
Quizá en ese momento estemos rezando y pidiendo algo que creemos necesitar ... y no lo obtenemos.
Puede que entonces comience a filtrase en nuestro cerebro las primeras pequeñas dudas sobre nuestra fe y nuestra confianza. Incluso es posible que comencemos a experimentar la misma sensación de futilidad que tan a menudo tuvimos en un pasado del no queremos ni recordar.
Pues bién...
¡Ese es el momento preciso de actuar¡.
Es el momentro de entrar en acción ... y de retomar la marcha.
Si bién es segurisimo que Dios (le llamemos como le llamemos y sin que impote mucho el nombre en que le invocamos pués también meto en el saco a los acerrimos ateos) proporciona el poder y las oportunidades, los pasos debemos darlos nosotros.
Por medio de nuestra acción (¿nuestra fe?) no sólo demostraremos a Dios (sin banderas ni colores) que estamos dispuetos , sino que también gozamos de nuestra espiritualidad de forma más completa porque nos entregamos del todo.
Ayer una amiga mía me confesaba en secreto secretisimo (por eso no menciono el nombre ¡¡es que ni si se me ocurre¡¡) que en un momento de desesperación había pedido ayuda a un compañero muy querido y la respuesta fué:
"Yo no estoy acostumbrado a apoyar a los cobardes"....
Si a mi me dicen eso ,¡¡me muero¡¡ pero posiblemente su intención era la de que empujara y que no se quedara paralizada, no lo sé, rapido se cambió de conversación, pero a mi dejó temblando, si yo hubíera tenido una respuesta parecida me habriá quedado muy "pataplás" y terriblemente desorientada y más confusa que antes de la pregunta.
¡¡Pero la verdad es es verdad¡¡.
En el escudo que llevabamos en el colegio, cuando yo era todavia joven, en la manga de la chaqueta azul marino, a la izquierda, en rojo y blanco (¡¡precioso¡¡) llevabamos un escudo con ese lema : "Dios no da nada a los mortales sin gran esfuerzo" , quien haya estudiada en El Santa María del Camino lo recordará, ese lema jamas se olvida aunque se ande muy "despitada" y yo lo clavé en mi vida para siempre.
Si yo no hago un esfuerzo , Dios no lo hará por mi...no puede (por eso del "Libre Albedrio" , podemos errar o acertar y siempre confía en que lo hagamos correctamente y aunque tropecemos muchas veces , él siempe nos espera)
Hay que moverse en pos del objetivo , de esa intención (que es la que vale) y no "coscarse" ante nada.
Hay un proverbio alemán que he deslizado algunas veces en mis "notas" :
"Dios nos da las nueces, pero no las casca" , y creo que una verdad como un templo. Si nos quedamos quietos y sin saber que hacer , nos escuece y nos daña el Reino del Pensamiento por bonito o cómodo que nos parezca.
Hay que ponerse en marcha y correr tras lo que se desea y si no se recibe es porque no era para nosotros... y nos esperan cosas mejores.
Pero es necerario ser capaz de sentirlo y verlo ...
¿Es verdad o no?
MADRID 6 AGOSTO 2012.
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