sábado, 7 de julio de 2012

CON SENTIDO PERO NO CONSENTIDO

A veces la gente que tiene problemas se desahoga con nosotros o nos echa la culpa de sus errores o trata de aprovecharse de nuestra posible debilidad. La comunicación queda interrumpida y hacemos "algo" basándonos en instrucciones incompletas, por lo que sale mal.
Hace algunos años, no muchos, me sentía llena de culpa por todo lo que a mi "gente" le ocurría y no sabía donde había guardado el amor propio y ni si lo perdí en cualquier recodo del camino y juro por mi vida que ¡vaya si lo tenía¡ pero no sé como ni cuando (el por qué si que lo sé) asumía automaticamente la responsabilidad de muchas de las trampas que había en mi vida.
¿Todas eran mías?.
¡Yo era la culpable de todo¡ y ni sabía el por qué, pero asumía y asumía para ser el chivo expiatorio de "todo el mundo", y lo entrecomillo porque ese todo el mundo lleva no muy buena intención ya que yo si sé de qué o de quien estoy hablando.
Un día , hace once años, dije ,"Se acabó, hasta aquí hemos llegado" y todavía recuerdo lo bién que me sentí que hasta ni yo misma me lo creía. ¡¡No se había derrumbado el Califato¡¡, ni me arrastraba un tsunami japones , ni me abrasaba un volcan en erupción y ni la tierra tembló. No había ocurrido nada de nada. Pero el hacer frente a tantas sevicias ,embustes y tantas trampas me resultó tan estimulante que fué cuando decidí escribir sobre la experiencia y compartir mis pensamientos como si fueran consejos de lo que no hay que hacer por nada del mundo.
En honor a la verdad, para poder salir de esas trampas , humillaciones, sevicias y vejaciones me ayudaron mucho muchos amigos mios que siempre estuvierón "aquí" esperando pacientemente (sin intervenir,porque yo misma se lo hubíese prohibido por "eso" del respeto y la intimidad de mi vida) a que por fin abriera los ojos y pudiera ver lo que yo no veía o no quería ver.
Decir ese "se acabó" me permitió ver hasta que punto había echado sobre mi culpas que no eran mias, hasta que punto habia salido perjudicada dejando atrás una vida feliz cambiandola por una vida mala, así como lo que necesitaba hacer para romper aquella pauta de una vez y para siempre.
En la actualidad, en estos momentos precisamente, cuando las cosas me salen "menos-bién", cuando la vida me asesta un duro golpe, cierto es que me enfado y me cabreo.¿No he tenido ya bastante? ,suelo preguntarme, pero ya no siento la necesidad de pedir perdón por estar en la trayectoría del golpe.La mayoría de las veces, de hecho, consigo esquivar el golpe, pido unicamente perdón cuando sin saberlo (palabita del Niño Jesús), ofendo o lastimo a una persona amada o muy querida, que para eso no me duelen prendas, puede que sepa que no ha sido culpa mía pero puede ser que sepa que sí lo ha sido, y si es así lo reconozco y con la mayor humildad pido su perdón.
Pero ya no me reprocho nunca lo que no és para nada mió, ¡allá cada uno con lo suyo¡ y sigo viviendo y viviendo con mucha paz ,pués mucho trabajito me costó encontrarla.
Cuando es necesario pedir perdon, ese perdón tiene ser con sentido pero jamás consentido.

MADRID 7 JULIO 2012
(A la madrugada)



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