lunes, 17 de diciembre de 2012

TODO HIJO ES NUESTRO HIJO

.- Todos los padres desean hijo sanos y bien adaptados, de manera que muchas veces los hijos disminuidos,con una incapacidad fisica, de aprendizaje o emocional, o que tienen alguna enfermedad crónica, fustran las esperanzas y espectativas de los padres.
En lugar de las esperadas alegrías de la paternidad, puede haber desagrado, tristeza, rabia, desilusión y sufrimiento.

Familias y matrimonios se han desintegrado bajo la enorme presión emocional, económica y práctica de criar a un hijo disminuido.

Muchos padres enfrentados a este desafío han sentido rabia: contra Dios, contra su pareja, contra si mismos y tal vez incluso contra el niño.

Puede que sea dificil y embarazoso admitir que se ha sentido rabia contra el hijo, o quizá la rabia sea una emoción más tolerable o aceptable que la angustia, la desesperanza, la impotencia, la tristeza y la aflicción que tal vez se sienta por dentro.

Cuando en los servicios sociales, las escuelas y la asistencia médica, los padres no ven interes ni responsabilidad ante las necesidades de su hijo, enfadarse expresa la fustracuón a la vez que puede tener como consecuencia una atención mejor y más rápida. Muchos movimientos sociales han sido inspirados por la airada reacción de un progenitor ante accitudes o medidas injustas o negligentes de la sociedad o de las autoridades.

Es sano convertir la rabia en acción construcciva pero es importante ser consciente de que hay que transformala para tener la libertad de continuar con la vida.

La rabia también puede servir para encubrir la culpa, el sentimiento de que en cierto modo uno es responsable de la enfermedad del hijo, de que debería haber hecho "algo" de otra manera, de que podría estar haciendo más en el presente.

Como todo sentimiento de culpabilidad, si se deja examinar, puede deteriorar la relación con uno mismo y con los demás, además de hacer inútiles esfuerzos por cuidar de ese hijo "deficiente".-

Perdonar al hijo enfermo requiere recordar y relacionarse con aquella parte del hijo que está sana y eso no significa negar la realidad de su enfermedad , ni el efecto que eso ha causado en uno y en la familia.

Pero el perdón permite ver y afirmar un aspecto del hijo que tal vez no siempre (o jamás) está visible.
Verlo únicamente en su condición de enfermo y disminuido es privarle (y privarse a uno mismo) de participar en los momentos de alegría y placer
Eso sería como identificarse sólo con un cuidador abrumado por la culpa, la rabia, la lástima y el sufrimiento.

Hay muchos grupos de apoyo en casi todo el mundo para padres que han perdido un hijo "normal" ,que ha fallecido en un accidente , por una larga o corta enfermedad como una leucemia o un cancer y similar, y lo primero que se observa es que estos padres se aferran a la rabia ... contra Dios, los médicos, la medicina y su aflicción .
No expresan su aflicción y por ello no pueden comenzar a sanar.
La rabia y el dolor no deja salir la aflicción y separado de esta, el sufrimiento se mantiene eternamente...".-

Pero no en todos los casos es igual ni de la misma manera y eso lo puedo jurar , incluso por mi vida y , por esa lo juraré.

"Menos-facil" para mi es decir y contar esta nota con propiedad.
He tenido tres hijos sanos. Lo que no llegarón a nacer y se me quedaron en el camino hubíeran sido igual de fuertes dado la genetíca de sus procreadores, mi "ex" ,yo , y por suepesto Dios. Pero tengo muchos amigos con lo que se puede llamar "ese problema", y jamás les he visto lamentarse sino adorarles.

¿Que pasaron "decepciones" al verlos por primera vez? . No lo dudo , pero ¿Cuanto les duró? ¡Ni un segundo¡¡ El tiempo justo de estrechales entre sus brazos , ni un minuto más ni un segundo menos, en ese momento se convirtieron en la cosa mas bella de la creación y a veces le envidio y siento una rabia infinita por el que yo perdí siendo aún un chiquillo

Carlitos, Carlotita, Irene, mi Nani,Fernanin, Juanillo, Luis, Tinototita, Marú,...¡¡La lista sería interminable¡ . A ellos les dedico esta nota.

Tambien a mi Pableras ,a Tomique  mi sobrino, Javo, Yosus, Borja y Maialen ,hijos de mis amigos, que se fuerón estando muy sanos, muy jovenes , y nos dejaron el "Espasa" entero para aprender a sanar el dolor de su pérdida creyendo ,sin razón, que nos dejarón muy solos y vacios.

¿"Responsabilidad"? ¡Toda¡ Pero también la nuestra si no les vemos "normales".

(¿Que "cosa" es ser "normal?
Me lo explinquen ¡Oiga¡).

Son Angeles del cielo que se nos prestó para que aprendieramos a serlo nosotros todos
Más tarde, si lo hemos aprendido bien y del todo, volverán en el alma y el espiritu de otros chavales pero ¡somos tan torpes¡, que no los veremos y regresarán ... Regresarán al lugar de donde vinieron...

¡A los Cielos¡

¿Lo "entenderemos"?


MADRID 17 NOVIEMBRE 2012







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