La tan hermosa mujer, de la esbeltez una estatua, de breve talle ,erguida y de tan penetrante mirada, que parecía reunir en ella todas las gracias que se concentraban gozosas en las estirpes y castas de aquellas tierras del sur que el gran Atlántico baña, solo quería calmar con yodo y brisa su rabia.
Caridad era su nombre, pero por "Cary" llamada y a marinero ofrecida, al que tragarón las aguas ,días antes de su boda , cuando en la mar faenaba.Y, muy reciente en el tiempo, sólo una breve semana, aunque su cuerpo seguía en las entrañas del agua.
Con paso muy decidido "Cary" se acercaba a la playa, a pescadores amigos que han descargado sus barcas de pececillos nerviosos que sobre la arena saltan con pretensión ilusoría de alcanzar de nuevo el agua que va y que viene ,meciendo con mimo olas muy lánguidas.Al ya templado sol, brillan las plateadas escamas y los barquitos veleros, ya desprendida su carga, a faenar decididos de nuevo elevan sus anclas.Y Caridad queda sóla al mar mirando en bonanza y su mirada se enciende con un fulgor de bengala mientras la red extendida sobre la arena dorada, queda a la espera que empiece a remenderle sus mallas.
De la cercana taberna sale una voz muy timbrada.Por soleares un cante rasga la espuma del agua y en las mejillas de "Cary" van resbalando las lágrimas y en el bordón, contagiado,llora también la guitarra.
¡Oh¡ la tragedía marina, la tantas veces cantada¡
La muerte no tiene forma, no es nunca fea ni guapa; todo lugar es propicio para glandir su guadaña. Ni tiempo tiene tampoco, es sólo soplo que pasa que va dejando dolor y negro luto a su espalda."Cary" lo sabe tan bien....Sabe que la mar no es mala y que ellos siempre vivierón del pan que encierra su entraña.Ella si quiere a la mar y no la culpa de nada.La mar es vida y no muerte, tiene la idea tan clara...Sin ningún odio contempla la superficie salada mas sin sentirle rencor, puede que un poco de rabía ,por albergar en su seno a la perso a quién ama.
Ya baja "Cary" la cuesta y, raya la madrugada. Negras las nubes del cielo; sobre la mar olas muy altas; estremecida la tierra, alborotadas las aguas...
"¿A donde vas , Caridad?. ¿Quien a estas horas te llama?"
Nadie se cruza a su paso...Como sonambula pasa casi corriendo la calle que desemboca en la playa. El viento está enloquecido, aullando con grandes ansias. El ruido busca en porfía dónde con más fuerza estalla sin el rugir de los truenos, en el batir de las ramas de dos hileras de álamos al borde de la calzada o en el romper de las olas en las arenas fantásticas donde se encuentran, temblando, todas las barcas ancladas.
No sé que ve Caridad, pero se adentra en el agua... Juegan con ella las olas, la mecen como a las barcas, la cubren,la hunden, la elevan,tiran, suspenden, arrastran... La luna mira un instante para esconderse asustada.¡No quiere ver lo que ocurre¡ , ni como emergen del agua por una vez y postrera, en despedida anhelada, tan linda y bella mujer a la el mar se la lleva.Pero la luna no vió con qué expresión en su cara de ser feliz y dichosa, lenta se hundía en las aguas, tan vaporosa y radiante, como una novia de guapa.
Iba luciendo diadema toda trenzada con algas y con vestido de encaje que las espumas formaban alrededor de su cuerpo con una cola muy blanca.
Se asemajaba a una novia que bajo el mar se casaba..
(Mil gacias Juan-Jesús, ¡Maestro¡.Profesor de profana juntadora de letras huecas pero no vacias de cotenido. Sin tí no hubíera podido escribir ... con algún sentido)
MADRID 4 DICIEMBRE 2012
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