domingo, 2 de diciembre de 2012

LOS TORRENTES DE MI DESIERTO A TÍ, MI DIOS Y SEÑOR, LOS OFREZCO...

La vida es como las mareas que suben y bajan, y yo he visto muchas mareas con ritmos incesantes, y a lo largo de muchos años de mi vida , con cambios y experiencias.
Sé que la esterilidad del desierto puede trocarse de la noche a la mañana en fertilidad cuando se debordan los torrentes de tus mares.
Torrente secos , a los que una súbita lluvia primaveral llena de agua , cubriendo de verde sus riberas , y en sonrisas espontaneas los campos agradecidos .

Ese es el poder de Dios cuando toca una tierra seca...o una vida humana como la mia en estos precisos momentos.

Toca mi vida,Mi Señor,suelta las corrientes de tu  gracia, haz que suba la marea y florezca de nuevo mi vida.
Y, entre tanto, dame fe y paciencia para aguardar tu venida, con la certeza de que llegará el día y los alegres torrentes volveran a llenarse de agua en mis tierras secas pero no valdias

Ahora me toca trabajar, tambien penar,pero con la esperanza de que un día cambiará mi suerte y volveré a sonreir y a cantar.

En esta vida no hay exito sin trabajo duro, no hay avance sin esfuerzo penoso y para ir adelante con mi vida ,con mi espiritu y mi alma y mi trabajo , tengo que esforzarme, buscar recursos, pedir ayuda si fuese necesario y hacer todo lo que honrada y honestamente pueda.

La tarea del sembrador es lenta y trabajosa ,pero se hace posible y hasta alegre con la promesa de la cosecha que viene y llega, pero para cosechar hay que sembrar, y para poder cantar hay que llorar y algunas veces llorar duele.
No quiero dramatizar mi existencia, pero hay lágrimas de sobra en mi vida para justificar ese pensamiento.

Vivir para mi es un trabajo duro, y sembrar eternidad es labor de héroes.

Sueño con que la certeza de la cosecha traiga ya la sonrisa a mi rostro cansado y triste; y te pido permiso para tomar prestado un canto de la fiesta del los cielos para irlo ensayando con alégria anticipada mientras siembro aquí abajo la valentía de mi esfuerzo.

.- "Al ir, iba llorando, llevando la semilla; al volver, vuelve cantando, trayendo sus gravillas".-

¡¡Hermoso salmo Mi Señor¡¡.
Lo leo y parece ser un sueño sin serlo y se me llena la boca de risas y la lengua de cantares.

Gloria Dios en las alturas, y aquí en la Tierra , para que mi vida pueda florecer sin dolores ni tragedias ni penas.

Que así sea.
Amen.

MADRID. 2 DICIEMBRE 2012
(Oración)



No hay comentarios:

Publicar un comentario