MI SEÑOR,MI DIOS,OYEMÉ, ESCUCHAMÉ...¡SIN TI NO SOY NADA...¡

Sabía que mi vida era un marcha, y siempre he querido que mi marcha fuera del Sinaí a Sión, contigo como mi jefe.
Sinaí, era tu voz, tu mandamieno, tu palabra empeñada de llevarme a la Tierra Prometida; y Sión era la ciudad firme, la fortaleza inexpugnable, el Templo santo.
Mi vida también ha ido de la montaña al templo, de la promesa a la realida, de la esperanza a la gloria, a través del largo desierto de mi existencia en esta tierra nuestra. Y en esa marcha me acompañaba tu presencia, tu ayuda, tu dirección certera por las arenas del tiempo.
Me sientía segura en tu compañía.
La peregrinación se hacía dura a veces.Hubo peligros y enemigos, también el cansancio de la marcha y la duda de si llegará alguna vez a su término, a feliz término. Hubo nombres extraños a lo largo de la tortuosa geografía, reyes y ejercitos que amenazaban cada vuelta y revuelta del camino. Los picos de Basán le tenían evidia a la colina de Sión, y la enemistad de los vecinos ponían acechanzas al paso del Arca que lleva tu Presencia.Pero esa misma Presencia es la que me daba protección y victoria en las batallas diarias en mi peregrinación de fe.
Mi peregrinación se afirmaba al saber que tu venias conmigo.
Tú eres el Señor del desierto como eres el Señor de mi vida.
Ese era mi gozo,Mi Señor, y esa era mi protección: andar en tu compañía.Sentirme uno contigo, luchar en tus batallas,llorar en tus derrotas y alegrarme en la victoría.
Hoy ,Mi Señor, estoy abatida. Los ruido sinlenciosos del camino , la larga andadura, lo duro de la senda, el aire huracanado,  tapa y entorpece  mis oidos y no escucho tu voz. Soy una viajera solitaria, soy una peregrina aislada.
¡Oh¡ Dios mio, Mi Señor, despliega tu poder. Haz que vuelva a escuchas tu nombre. Aparta de mi este caliz . Aparta el viento que tapa tu voz .
Contigo , a mi lado,  ya estoy en Jerusalem,pero no si me faltas y te escondes o te guardas.¡Ollemé por debajo de las sombras de las dudas¡¡ Escuchamé Mi Señor.Retoma conmigo la senda y guiamé.Reclamo por herencia prometida tanto el Sinaí como Sión.
Contigo ,a mi lado,  volveré a preregrinar con alegría y llegaré con gloria a mi destino.Si me faltas, si no escucho tu voz ni tu nombre, temo perderme por tan lago peregrinaje.Ayudamé a llevar mi carga.¡Oh¡ Mi Señor, sin ti es dura esa pesada cruz .Tú eres mi salvación, sin tí no puedo llevarla pués mucho es lo que me pesa.
Sólo tú eres mi gozo y sólo tú eres mi protección. Sólo tú eres la alegría que llevaba en su comienzo el anticipo de mi llegada.
Para los vientos.Silencia los ruidos. Facilitame el camino.Dame tú paz, y, permiteme proseguír esa senda siempre con la cabeza muy alta ,sin mirar las piedras , las rocas, los motes ni las grandes montañas. ¡Dificultan tanto la dirección hacia la felicidad del Valle que tu me prometiste.....¡
¡Santo es Mi Señor¡.
¡Por siempre sea alabado¡.
¡Atiendeme¡. ¡Escuchamé¡. Oye mi oración humilde pero sagrada.
Te necesito Mi Señor. Sin oir tu voz,sin escuchar tu nombre... no soy nada.

MADRID 21 OCTUBRE 2012.
(Oración y Súplica,¡Oh¡,Mi Señor, oyelá...)