viernes, 29 de marzo de 2013

HE AQUÍ A TU HIJO . HE AQUÍ A TU MADRE.



Junto a la cruz de Jesús estaba su madre, la hermana de su madre, María  la mujer de Cleofas, y María Magdalena.
Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo que tanto amaba, dijo a su madre:
.- "Mujer, ahí tienes a tu hijo".-
Después  dijo al discípulo:
.-"Ahí tienes a tu madre".-
Y desde aquel mometo, el discípulo la recibió como suya.
Después, Jesús, sabiendo que todo se había cumplido, para que también se cumpiese la Escritura, exclamó:
.-"Tengo sed".-
Había cerca una jarra con vinagre y los soldados colocarón en la punta de una caña una esponja empapada en vinagre y se la acercarón a la boca.
Jesús gustó el vinagre y dijo:
.-"Todo está cumplido".-
E, inclinando la cabeza, entregó el  espíritu al Padre.

(Los soldados rompierón las piernas a los dos ladrones  que habián sido crucificados con Jesús y cuando se acercarón a él,  se dierón cuenta de que ya había muerto; por eso no  se las rompierón , pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza y, al punto, brotó de su costado agua y sangre)

El que vio estas cosas da testimonio de ellas, y su testimonio es verdadero.
Él sabe que dice la verdad y yo lo digo este Viernes  Santo para que tamién vosotros como yo, lo  creais.

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