Junto a la cruz de Jesús estaba su madre, la hermana de su madre, María la mujer de Cleofas, y María Magdalena.
Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo que tanto amaba, dijo a su madre:
.- "Mujer, ahí tienes a tu hijo".-
Después dijo al discípulo:
.-"Ahí tienes a tu madre".-
Y desde aquel mometo, el discípulo la recibió como suya.
Después, Jesús, sabiendo que todo se había cumplido, para que también se cumpiese la Escritura, exclamó:
.-"Tengo sed".-
Había cerca una jarra con vinagre y los soldados colocarón en la punta de una caña una esponja empapada en vinagre y se la acercarón a la boca.
Jesús gustó el vinagre y dijo:
.-"Todo está cumplido".-
E, inclinando la cabeza, entregó el espíritu al Padre.
(Los soldados rompierón las piernas a los dos ladrones que habián sido crucificados con Jesús y cuando se acercarón a él, se dierón cuenta de que ya había muerto; por eso no se las rompierón , pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza y, al punto, brotó de su costado agua y sangre)
El que vio estas cosas da testimonio de ellas, y su testimonio es verdadero.
Él sabe que dice la verdad y yo lo digo este Viernes Santo para que tamién vosotros como yo, lo creais.
No hay comentarios:
Publicar un comentario