La Naruraleza vibra con los sublimes anhelos del despertar a la vida con alardes de colores....en una explosión divina.
De esplendores radiantes, toda de gala vestida, encaje de filigrana con madroñeras , suspira sus temblores de perfume a nardo, violeta y lila.
¡Primavera¡. Que es lo mismo que un conjunto de armonía,de aromas y de colores, de amapolas y campanillas, de risas rosas y claveles,jazmines y yerbaluisa, bajo un cielo azul celeste que de transparente brilla.
(Es esta la primavera tan cantada en poesia)
Para mí la primavera es una cosa bien distinta:
¡Es el color y el olor de las calles de Sevilla¡. Es el patio engalanado con esa gracia bendita de flores de mil colores que emborrachan y abanican; es la reja y los balcones con geranios y buganvillas en un arrebato alegre que se grava en las retinas... parecido a colgaduras en los solemnes días engalando fachadas de las que cuelgan prendidas; es la calleja y la plaza.¡Es ese Parque de María Luisa¡; es el aire contagiado que se aturde de alegría; es el encanto y la gracia que con caireles de rimas en un coche de caballos te pasea por la orilla del Guadalquivir gozoso, al trote lento, sin prisa; es elegancia y salero enfrascados en porfía de saber cual de los dos al hombre más encandila y le prende en los hechizos de las mujeres bonitas; es, en cualquier Viernes Santo, el pliegue de una mantilla resbalando en la peineta donde se encuentra prendida o es en la Feria de Abril, maravilla de maravilla,el traje de faralaes que va luciendo la niña a la grupa de una jaca en la Cartuja nacida.
¡Es una tarde de toros¡ en la catedrál taurina de la Real Maestranza de la de Caballería y nada que ver con Las Ventas de Madrid aunque la digan capital de España. Son las agüitas del rio que muy nerviosas se agitan cuando los bordes del puente las trianeras lo pisan y el Giraldillo en lo alto, vela que vela, vigila que nadie perturbe el sueño de los que sueña Sevilla.
Es primavera ese duende que por callejas camina y se esconde en los rincones de las plazuelas dormidas; es la guitarra que suena o más que suena , suspira, llenando el aire de llanto lo mismo que de alegría en esas Cruces de Mayo de la Triana castiza, o cuando se rompe el canto por singular seguidilla y se bailan sevillanas con una gracia inaudita; es el cielo suspendido, claro y bajo que se nimba,los dos mantones celestes de Santa Justa y Rufina.
¡Es eterna primavera la primavera en Sevilla¡
¡Ay¡ ,¡Quien pudiera ir....¡Soy de Madrid...¿Quien me lleva?. Un silencio por respuesta...
Aquel que puede llevarme no me oye, no me escuha o no se entera.
SEVILLA-MADRID .19 ABRIL. 2001.
(Homenaje a mi cuñada Márgara, Reina absoluta de "Gitanillos"( tablao flamenco) Sevillana de pura cepa y "cañí" por adopción)
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