PAPAITO, HOY ES UN DIA A MARGO PARA RECORDAR... TENGO TANTA NOSTALGÍA... TENGO TANTA PENNINA... HOY, ME HAS VUELTO A ABANDONAR... ME QUEDÉ SIN LA PROTECCIÓN QUE UN DIA ME ENVIASTE. ¿LA PERDÍ?, HAZ QUE LA ENCUENTRE , SIN ELLA ESTOY DOBLENTE PERDIDA. ¿ME AYUDARAS?, ¡¡NO ME FALLES¡¡, PAPÁ, DEVUELVEME EL ANGEL QUE ME ENVIASTE, ÉL ME CUIDÓ CUANDO DESESPERÉ AL BUSCARTE Y NO ENCONTRARTE ...O ¿ES MI TIEMPO YA?, ENTONCES, ¡DIOS TE BENDIGA¡ FUÉ UN CAMINO TAN LARGO...
(un 20 de Novienbre del 2010. con mucho frio en el alma).*.*.*.*.
¡UN TORO Y UN TORERO DE LEYENDA.
Desde el silencio del campo delataba el mugir de un toro bravo que ya desde recental apuntaba alta nota. Aquel castaño tocado arriba de pitones llamaba la atención entre sus hermanos, por serio,por guapo, porque ya desde becerro el mayoral sabia que aquel "Capuchino", hijo de la "Capuchina", era un becerro que venia de reata brava, de las de no fallar ni a ciegas
.
Imagino el dia en que los veedores de la empresa de Madrid se acercaron a visitar al Marques de Sotomayor para reseñar una corrida de ocho toros para una tarde de septiembre, allá por el treinta y cinco.
Recorrerian los cercados con pausa, con detenimiento, como si el tiempo no pasase, y preguntarían al mayoral la nota de aquel semental, y la reata de este novillo, y lo descarado de aquel cuatreño....
Supongo que los ojos se detendrian al observar a un toro encampanado y soberbio, sabedor de que las miradas de aquellos hombres ,que no eran de la casa, estaban fijas en sus hechuras...
"Ese es para Madrid",
"Cual,,¿ el numero 17?",
"Ese",
" Ese no va a fallar, ese es hijo de la "Capuchina, buena reata trae esa vaca, y el animal tiene hechuras para embestir".
Y asi ese toro castaño, hijo de la "Capuchina" quedó reseñado para la plaza de Madrid, para su momento álgido de gloria, para su destino final, para derramar su torrente de bravura en la plaza más importante del mundo, la plaza de Madrid.
Cuentan las cronicas que era un toro bien hecho para lo que era la costumbre en aquella época de incertidumbre y zozobra politica. Dicen que aquel castaño era serio por delante, degollado de papada, alto de alzada aunque no zancudo, un toro hecho, cuajado....
La tarde ya venia vestida de triunfo y oro, pues el mexicano Lorenzo Garza ya le habia cortado un rabo al primero de su lote, y aunque todo hacia pensar que aquel momento podría haber sido el momento cumbre de la corrida, todavía quedaba un toro castaño que ya en el apartado, por la mañana, habia causado un halo de admiración en los aficionados que hasta el coso de la calle de Alcalá se habian acercado.
"Capuchino" saltó al ruedo, su matador,Curro Caro, sabia que no podia dejarse escapar un triunfo en una tarde en la que los tendidos ya se habían venido abajo en la lidia del tercero. A buen seguro que en aquel momento, Curro Caro, se acordó de su Madrid, de su querida Salamanca ,donde tanto entrenaba,de sus padres, de la rabia de estos `por verle abandonar sus estudios siguiendo los pasos de su hermano mayor "Chiquito de la Audiencia",de sus caminatas por el campo charro buscando la tapia de cualquier plaza de tientas donde pudiese apurar alguna vaca tentada por cualquier figura de la época.A buen seguro que se acordó de su Marichu 1ª, esa eibarresa, pelotari de renombre, famosa ya, que le tenía conquistado. Por todo éso y por más , su cabeza le dijo que cuando saliese a recibir a ese "Capuchino" desde la tronera del burladero debía de fundir sus sentimientos con ese toreo que cada cúal lleva dentro, y que no deja de ser el reflejo de una personalidad, de un sentimiento, de una forma de ser ,de un valor, de una casta , de una raza.
Y comenzó la lucha entre el toro y el torero, la porfía entre el animal y el hombre, la fusión entre las embestidas del protagonista de la fiesta y el suave toreo del hombre,ese suave toreo que le llevó a ser bautizado por Cossio, "El torero de Seda y Cristal". Y así la historia vivió la transformación de la acometida en suave embestida, del tercio de varas en prueba evidente de la casta y la bravura de un toro de los de antes que iba a vender caro su cuero. El toro y el torero, "Capuchino" y Curro Caro, escribian una pagina en la historia de la tauromaquia, una de esas paginas imborrables, que perduran así pase el tiempo, y que dan muestra de la eternidad del toreo.
¡¡Dos orejas ,un rabo, y por la Puerta Grande , a hombros hasta su propia casa¡¡,
¡¡Esa fué una "Tarde de Toros"¡¡
Cando la noticia corrió como la polvora y llegó rauda hasta el Club Taurino Eibarrés, la explosión de satisfacción se hizo notar desde Calbetón hasta Arragüeta. El triunfo del amigo era una satisfacción plena, pero mayor era el orgullo de un pueblo que contaba sin cesar como un eibarrés de adopción, un eibarrés en definitiva,habia tocado el cielo en la plaza de Madrid con sus dedos veinteañeros
La satisfacción de Curro Caro por su triunfo se transformó en una evitable emoción cuando el pueblo de su esposa lo proclamó hijo predilecto. No hacia falta, para él era suficiente el hecho de sentirse querido por los eibarreses, pero aquello colmaba aún más su cariño hacia lo nuestro.
Es dificil que un torero se desprenda de algo tan valioso como es la cabeza de un toro de triunfo en Madrid, y el hecho de que Curro Caro obsequiase con esa cabeza a todos los eibarreses es una muestra más de su afecto a este pueblo que aunque no lo vió nacer lo tomó como un hijo más, hacia ese pueblo al que él llevaba tan adentro.
Despues de tantos años ,hemos vuelto a reivindicar la figura de un torero tan castellano manchego como eibarrés, de un simbolo taúrino que unía sentimientos, significaciones historicas, y el recuerdo de tantas tardes de tertulia , bajo la mirada engallada de "Capuchino".
Esa parte de la historia de Eibar, ha servido para recordar tiempos pasados que se deben recuperar, sentimientos puramente eibarreses que se deben mantener, y compromisos históricos que se deben defender.Por eso y por su significado incluso politico "Capuchino" y Curro Caro han vuelto al lugar que siempre les correspondió,al lugar donde todos los eibarreses podran poner sus ojos para observar un capitulo más de la historia del pueblo eibarrés.
Fdo.Eneko Andueza
Presidente Peña Taurina Pedrucho Eibarresa
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Imagino el dia en que los veedores de la empresa de Madrid se acercaron a visitar al Marques de Sotomayor para reseñar una corrida de ocho toros para una tarde de septiembre, allá por el treinta y cinco.
Recorrerian los cercados con pausa, con detenimiento, como si el tiempo no pasase, y preguntarían al mayoral la nota de aquel semental, y la reata de este novillo, y lo descarado de aquel cuatreño....
Supongo que los ojos se detendrian al observar a un toro encampanado y soberbio, sabedor de que las miradas de aquellos hombres ,que no eran de la casa, estaban fijas en sus hechuras...
"Ese es para Madrid",
"Cual,,¿ el numero 17?",
"Ese",
" Ese no va a fallar, ese es hijo de la "Capuchina, buena reata trae esa vaca, y el animal tiene hechuras para embestir".
Y asi ese toro castaño, hijo de la "Capuchina" quedó reseñado para la plaza de Madrid, para su momento álgido de gloria, para su destino final, para derramar su torrente de bravura en la plaza más importante del mundo, la plaza de Madrid.
Cuentan las cronicas que era un toro bien hecho para lo que era la costumbre en aquella época de incertidumbre y zozobra politica. Dicen que aquel castaño era serio por delante, degollado de papada, alto de alzada aunque no zancudo, un toro hecho, cuajado....
La tarde ya venia vestida de triunfo y oro, pues el mexicano Lorenzo Garza ya le habia cortado un rabo al primero de su lote, y aunque todo hacia pensar que aquel momento podría haber sido el momento cumbre de la corrida, todavía quedaba un toro castaño que ya en el apartado, por la mañana, habia causado un halo de admiración en los aficionados que hasta el coso de la calle de Alcalá se habian acercado.
"Capuchino" saltó al ruedo, su matador,Curro Caro, sabia que no podia dejarse escapar un triunfo en una tarde en la que los tendidos ya se habían venido abajo en la lidia del tercero. A buen seguro que en aquel momento, Curro Caro, se acordó de su Madrid, de su querida Salamanca ,donde tanto entrenaba,de sus padres, de la rabia de estos `por verle abandonar sus estudios siguiendo los pasos de su hermano mayor "Chiquito de la Audiencia",de sus caminatas por el campo charro buscando la tapia de cualquier plaza de tientas donde pudiese apurar alguna vaca tentada por cualquier figura de la época.A buen seguro que se acordó de su Marichu 1ª, esa eibarresa, pelotari de renombre, famosa ya, que le tenía conquistado. Por todo éso y por más , su cabeza le dijo que cuando saliese a recibir a ese "Capuchino" desde la tronera del burladero debía de fundir sus sentimientos con ese toreo que cada cúal lleva dentro, y que no deja de ser el reflejo de una personalidad, de un sentimiento, de una forma de ser ,de un valor, de una casta , de una raza.
Y comenzó la lucha entre el toro y el torero, la porfía entre el animal y el hombre, la fusión entre las embestidas del protagonista de la fiesta y el suave toreo del hombre,ese suave toreo que le llevó a ser bautizado por Cossio, "El torero de Seda y Cristal". Y así la historia vivió la transformación de la acometida en suave embestida, del tercio de varas en prueba evidente de la casta y la bravura de un toro de los de antes que iba a vender caro su cuero. El toro y el torero, "Capuchino" y Curro Caro, escribian una pagina en la historia de la tauromaquia, una de esas paginas imborrables, que perduran así pase el tiempo, y que dan muestra de la eternidad del toreo.
¡¡Dos orejas ,un rabo, y por la Puerta Grande , a hombros hasta su propia casa¡¡,
¡¡Esa fué una "Tarde de Toros"¡¡
Cando la noticia corrió como la polvora y llegó rauda hasta el Club Taurino Eibarrés, la explosión de satisfacción se hizo notar desde Calbetón hasta Arragüeta. El triunfo del amigo era una satisfacción plena, pero mayor era el orgullo de un pueblo que contaba sin cesar como un eibarrés de adopción, un eibarrés en definitiva,habia tocado el cielo en la plaza de Madrid con sus dedos veinteañeros
La satisfacción de Curro Caro por su triunfo se transformó en una evitable emoción cuando el pueblo de su esposa lo proclamó hijo predilecto. No hacia falta, para él era suficiente el hecho de sentirse querido por los eibarreses, pero aquello colmaba aún más su cariño hacia lo nuestro.
Es dificil que un torero se desprenda de algo tan valioso como es la cabeza de un toro de triunfo en Madrid, y el hecho de que Curro Caro obsequiase con esa cabeza a todos los eibarreses es una muestra más de su afecto a este pueblo que aunque no lo vió nacer lo tomó como un hijo más, hacia ese pueblo al que él llevaba tan adentro.
Despues de tantos años ,hemos vuelto a reivindicar la figura de un torero tan castellano manchego como eibarrés, de un simbolo taúrino que unía sentimientos, significaciones historicas, y el recuerdo de tantas tardes de tertulia , bajo la mirada engallada de "Capuchino".
Esa parte de la historia de Eibar, ha servido para recordar tiempos pasados que se deben recuperar, sentimientos puramente eibarreses que se deben mantener, y compromisos históricos que se deben defender.Por eso y por su significado incluso politico "Capuchino" y Curro Caro han vuelto al lugar que siempre les correspondió,al lugar donde todos los eibarreses podran poner sus ojos para observar un capitulo más de la historia del pueblo eibarrés.
Fdo.Eneko Andueza
Presidente Peña Taurina Pedrucho Eibarresa
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