jueves, 26 de abril de 2012

UN DÍA DESPÚES DE LA "FIESTA DE LOS LIBROS".


Esta va a ser una "nota" exesivamente larga y no pretendo que se lea ni siquiera entera, o ni que se lea, pero el día de ayer, "La noche de los Libros", para mí ha sido muy importante y seria. En mi muro había muchos mensajes llenos de bonitas palabras y con muchas flores que yo recojí en mi jarrón como si fueral reales pues para mi lo eran, pero me dió por pensar... y cuando me da por eso tiemblo porque no lo sea y solo sean felicitaciones de estos medios de comunicación tan faciles de confundir y yo he sido siempre real y autentica con mis historias ,leyendas o novelas. Hoy quiero por voluntad propia ,y posiblemente ajena, transcribir "casi" fielmente un texto y tengo que tirar de memoría otra vez , y otra y muchas más porque hace mil años que cursé esos estudios que nunca olvidé. Pero quiero compartirlos para que entre nosotros no sean posible las confusiones.A esos seminarios fuí practicamente "arrastrastrada" por mi amiga Pilar Sevilla Garcia de Paredes porque pensé que ya lo sabía todo y no era así, quedaba mucho por aperder, y desde aqui le doy las gracia a mi amiga Pilar que me está leyendo ahora y bajo un pseudonimo irreal . Estos cursos y seminarios no los impartiá J.Powell al que pertenecen , nos los daba Daniel Jesus de Miguel que era y es jesuita también.

No quiero que haya equivocaciones entre nososotros, amigos, y por eso quiero ser fiél a lo me enseñarón en esos cursos tán largos que bebí de un solo trago. Tampoco quiero que confundáis mis amores , puedo equivocarme al amar a cualquiera pero nunca me equivoco cuando amo "especialmente" y en en mi vida, a pesar de mis temores al daño que puedan hacerme,siempre he amado "especialmente" y es por eso por lo que me entrego y siempre desde mi casa sin irterferir en la vida de nadie, soy celosa de mi intimidad y la guardo por si me lastiman ...y , también , como cualquier otro, tengo miedo, tengo temores a que se confundan mis amores.

.- Se ha comparado la condicición humana a una persona atrapada en el fondo de un profundo pozo seco.
Todas sus llamadas de socorro quedan sin respuesta; perecen desaparecer barridas por el viento que brama en el brocal del pozo. Su esperanza comienza a debilitarse, y entonces, cuando su esperanza está a punto de extinguirse, llega una respuesta del brocal:
"Sabemos que estás ahí. Venimos a socorrerte. Nosotros te rescataremos".
Y el corazón de la persona atrapada estalla de júbilo.
"Gracias a Dios, por fin alguien se ha dado cuenta de que estoy aquí".

Eso es llo que sucede en la comunicoción autentica.
La persona que se ha abierto a otra y ha sido escuchada siente, sin duda, esa misma sensación de alivio y alegría: "Gracias a Dios, por fin alguien sabe lo se siente siendo yo".Los secretos que mantenemos ocultos en nuestro interior se convierten en un veneno que hasta nos enferma y que, tarde o temprano, acabará destruyendonos.
El laureado poeta John Berryman, que se lanzó a la muerte desde un puente, escribió esta frase:
"Cuanto más secretos, más enfermos". Sólo él conocía los demonios íntimos que le empujarón a morir. Pero sus palabras, su vida y su muerte son un legado que constituye una advertencia para todos nosotros.

Por una extraña especie de fermentación humana interna, lo que mantenemos en nuestro interior se convierte en veneno.
Aún así, muchos seguimos albergando peligrosos secretos, porque no queremos arriesgarnos al rechazo, el ridículo o la condena. Dentro de nosotros, en las selladas criptas de la intimidad, nuestros secretos parecen humo. Todo lo que tememos compartir se expande hasta el punto de que ya no estamos seguros ni de qué es realmente, ni de cuál es su comienzo o su final. Si al menos pudiéramos extenderlo por completo, como las piezas de un rompecabezas, podría adquirir sentido...

Es muy cierto que el primer obstáculo a la comunicación se encuentra realmente en nuestro interior.
"No podemos contar a los demás lo que ni siquiera nos contamos a nosotros mismos". Y en todo caso, aún cuando tuviéramos el valor de abrirnos, no estamos seguros de lo que diríamos.

Un buen comienzo, por supuesto, sería ponernos en contacto con los temores que nos atormentan y nos aprisionan.

¿Qué ocurriría si comenzáramos a desprendernos de las capas de simulación y expusiéramos a la luz todo lo oculto?; ¿Que sucedería si contaramos a los demás lo que sentimos siendo nosotros mismos?; ¿Lo comprenderían?...
Nos atormenta miles de preguntas y dudas : ¿Perderíamos nuestra reputacíon?; ¿Se reirían de nosotros o nos rechazarían?; ¿Nos acarrearía la sinceridad algun tipo de castigo?; ¿La utilizarían contra nosotros porteriormente?; ¿Se sorprenderían de conocernos?; ¿Nos acusarían de mentir?. Es obio que hemos sido unos farsantes pero ¿Nos lo dirían a la cara?...

Nos perdemos entre todas estas preguntas y dudas.
De cualquier forma, si,  conocemos que todas ellas son factibles.

Mientras tanto, continuamos disimulando, con la esperanza de que transcurra un día más sin ser descubiertos. Cedemos a la presión de los demás; seguimos su ejemplo. Encontramos una máscara tras la la que ocultarnos, un modo de existir en este terrofico mundo.

La comunicación es bonita, la palabra "comunicacíon" es bonita, todo el mundo parece estar a su favor, como estár a favor del amor y de la paz. La palabra comunicación ha sido definida como el sustento del amor. En su significado etimológico, hace referencia al acto de compartir; implica que dos o más personas han llegado a tener algo "en comun", porque lo han compartido. En su sentido más profundo, la comunicación es el acto de compartirse las personas mismas. Gracias a nuestra continua comunicación, el otro llega a conocernos, y nosotros llegamos a conocerle a él. Eso es lo que tenemos en común: nosotros mismos.

Por supuesto, esta comunicación no es fácil e indolora. Si han de conocernos, debemos estar dispuestos a compartir la ira oculta que hierve en lo profundo de nuestro ser; debemos hablar de nuestros humillantes temores que parecen empequeñecernos. A veces , también el rostro verde de la envidía se interpondrá entre nosotros o el de los celos. Sentiremos tentaciones de entablar una lucha sin cuartel para dominar al otro , a que diga una verdad dictada por su propio criterio que muy posible no sea el nuestro aunque ambos estemos equivocados...
De algún modo, debemos estar seguros de que él está tan comprometido como nosotros en una comunicación sincera y abierta, porque no queremos que utilice nuestra franqueza como pretexto para despreciarnos o abandonarnos. Debemos estar preparados para garantizarle que nunca abusaremos de su sinceridad. Y tambien debemos estar dispuestos a dejar a un lado nuestros propios planes para escucharle, para descubrir qué se siente siendo él...y olvidar los temores a la intimidad mjal entendida. Si nos comprometemos realmente a comunicarnos, es inevitable que entre nosotros surja la inimidad ...y ¡¡bien venida séa¡¡.

Es simplemente un acto de amor , de amor del bueno, del amor verdadero y real.
La palabra "comunicación" es preciosa de sentir y vivir, no la equivoquemos. No confudamos el sentido.


MADRID 24 ABRIL 2012.
(Un día después de la "Fiesta de los Libros")



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