Planteando que no hay mayor recompensa que la que se obtiene cuando nos entregamos, cuando damos con generosidad, hago la reflexión de que esta verdad se comprende con mucha dificultad desde la experiencia de la traición.
La traición conmueve nuestro interior, afecta nuestro equilibrio interno y puede cambiarnos.
Si bien a la vista de una experiencia de ser traicionados , cabe mirar hacia atrás , y ratificarnos en nuestro comportamiento pasado de entrega ("lo volvería a hacer porque obré como pensé y "sentí" que debía"), es cierto que no debemos despreciar el efecto devastador de la traición; tenemos que ser conscientes de que puede alterar nuestro equilibrio interno, y ser capaces de plantear nuestra entrega generosa desde nuestro convencimiento interno... a pesar de las dificultades que podemos encontrar.
No escribo para que se me entienda ni para que se me comprenda , escribo para que se me "sienta" , y si no... para que se me deje pasar como cosas de la edad...
Viendo ,padeciendo y "sintiendo" los acontecimientos transcurridos en mis días de silencio...
¡Que ganitas tenía de decirlo!
.-"Voy a llorar sin prisas.Voy a llorar hasta olvidar el llanto y lograr una sonrisa".-
(Sara de Ibáñez)
MADRID 28 JULIO 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario