viernes, 2 de diciembre de 2011

PARA LORENZO COQUE, "MI MENTOR"....


"COQUE" , ¡RETOMO¡, (YA ERA HORA) Y , ESTA VEZ,¡MINUSCULAS¡ Y BIEN CUIDADITO...


"La espada de Damocles".

Según cuentan Horacio en una de sus "Odas" y Cicerón, en sus "Tusculanas", Damocles era cortesano de Dionisio I, El Viejo (siglo IV, AC), tirano de Siracusa.

Dionisio I vivía en un suntuoso palacio en donde las riquezas abundaban, en especial por las obras de arte, el lujo, la exquisita y fina cocina, las lindas mujeres y el refinamiento de los cortesanos.

Contaba, además, con criados y esclavos solícitos a sus mínimos requerimientos.

Había mucha gente que lo envidiaba por el poder que ostentaba y por su incalculable fortuna.

Uno de ellos era Damocles, un cortesano que se dedicaba a la intriga, al ocio, y en especial a envidiar a su rey, (uno de sus mejores amigos).

Dionisio, quien adolecía de muchos defectos, sí odiaba la envidia y estaba aburrido de oír día a día las aparentes adulaciones, que eran una expresión velada de resquemor.

Entonces el rey, con el propósito de escarmentarlo, decidió que Damocles lo sustituyera durante un festín.

La corte y los criados quedaron de tratar a Damocles como si fuera el rey.

Le colocaron la corona de oro y diamantes y le pusieron el manto real.

Damocles se hizo servir en la sala de banquetes, los mejores vinos y la más deliciosa comida.

Al escuchar la música, dedicada a él, al sentirse halagado y admirado, no pudo menos que pensar que era el hombre más feliz del mundo.

Al beber el mejor de los vinos en una copa de oro, miró hacia lo alto.

¿Qué era lo que pendía de arriba, un objeto cuya punta casi le tocaba la cabeza?

Sobre su cabeza pendía una afilada espada, atada al techo por un delgado hilo.

El brillo de ésta casi le impedía ver. (Las manos le temblaban de tal manera, que derramó parte del contenido de su copa.)Como pudo, hizo acallar la música y sólo con la mirada desdeñaba los ricos manjares que iban sirviéndole. No se atrevía a huir, aunque era su único anhelo. Tenía pánico de mover hasta las cejas.

El hilo era demasiado delgado; bastaba un pequeño vaivén para que se cortara y se enterrará en su cabeza.


De esta manera, Damocles pudo comprender lo efímero e inestable de la prosperidad y del lujoso modo de vivir del monarca.



La frase " La espada de Damocles" se utiliza desde hace mucho tiempo, para expresar la presencia de un peligro inminente o de una amenaza , supuesta o no.


(Espero que te guste Lorenzo, me ajusté al guión sin nada de licencias).


Madrid 30 Noviembre 2011.

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