SOBRE EL PIANO LA SUAVE MELODÍA,
DESLIZARON TUS MANOS SIENDO ESCUSA,
Y A MI OIDO LIVIANA, COMO INTRUSA,
TU TRISTEZA EN TAN BELLA SINTONÍA.
DESBORDOSE ENTRE NOTAS Y ARMONÍA
LOS QUEJOSOS AFANES DE TU MUSA,
INQUIETANTE ABANDONO CON QUE ACUSA
TU INCANSABLE Y VORAZ MELANCOLÍA.
SIN CESAR, CON UN SON TAN SIBILINO,
DEL TECLADO SACASTE VIBRACIONES,
DE SUS TRISTES CONFINES Y, ADIVINO...
OTRAS MÁS MISTERIOSAS SENSACIONES
DE SU ALMA EN LA NOCHE DE CAMINO,
OCULTANDO QUE MUEVE CORAZONES .
MADRID 23 NOVIENBRE 2011
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