¡BUENOS DÍAS REYAS Y REINES!

¡¿NOS VAMOS? ¡YA ABRIERÓN EL PORTÓN PARA QUE NOS LLEVE A LA FERÍA DE ABRIL EN SEVILLAAAA!!


 .-"Y Sevilla...¡Mi Sevilla!, ¡Señor, cuánta maravilla!
A Sevilla la hizo Dios después de los siete días - una vez que descansó - porque tuvo esa manía de todo buen creador por fabricar fantasía.Y tanto se recreó que, cuando la terminó, el mismo Dios se decía: ¡Esto si que es un primor!.Se paseo por Triana, que estaba en la duermevela de un abril en madrugada...¡ay!, al ver que el Guadalquivir ni tan siquiera en abril se sonreía y cantaba, metió la mano en el agua, el agua se hizo de nácar y le regaló a Triana un largo espejo de plata, un puente de porcelana, dos barquillas que se mecen y un río donde los peces zambullen por sevillanas.
Y ahora sí que descansó tan formidable arquitecto cuando, por fin, comprobó, que ese retoque que dio, dejaba al mundo perfecto.
Luego, desde la Giralda, quiso echar una ojeada y a las claritas del alba vio que no faltaba nada. Y aquí sí que suspiró con divino desahogo y creo que hasta murmuró desde tan alta azotea: "Si esto no es un tesoro, ¡qué venga Dios y lo vea!".
Giralda, Torre del Oro, Santa Cruz, la Maestranza, Plaza Nueva, Alcázar moro, La Virgen de la Esperanza, el Cachorro, el Gran Poder y otra Esperanza morena que llorará amarga pena cuando se sienta mecer entre saeta y clavel de una tarde Macarena. Parque de María Luisa, plazuela de Doña Elvira - donde la luna suspira porque le quita la brisa el perfume que trasminan las rosas, la yerbaluisa, los nardos y clavellinas, las campanillas en flor que forman enredadera por estrechas callejuelas - y, en una explosión de sol, se hace verde resplandor los jardines de Murillo.
En fin, que esto se acabó - murmuraba , alegre, Dios - ¿o faltaba algún detallito?.
Pues sí, sí que se olvidó; pero enseguida ordenó a un ángel blanco y rubillo: "Acércate Gabrielillo. Tú, que eres ángel poeta, vuela como una saeta que, sin este detallillo, la Giralda está incompleta".
Y entre soles y arreboles que anaranjaban Sevilla, el ángel blanco y rubillo colocó una banderilla en la cresta de la torre.San Gabriel, buen rorerillo, puso divisa de cobre en la torre:el Giraldillo 
Luminaria en la mañana.Un repicar de campanas, una primavera en flor y Dios, contento y muy quedo, se fue camino del cielo por la calle Amor de Dios.
Estando ya el Creador sentado en su regia altura, miró abajo, sonrió de ver tanta hermosura, tan colosal maravilla, y le preguntó a Sevilla: "¿Quieres algo más de mi?. Mira que el mundo hace fin donde Sevilla termina... Anda, empieza a presumir que te di feria de abril, un duende por cada esquina y el río Guadalquivir derramando en las salinas la sal que te sobra a ti. Luce peineta y mantilla. Canta y baila en el ferial, que está completa, Sevilla".
...Y,Dios, se fue a descansar ...".-

 (Eloy Herrera - Mosaico andaluz)


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